Historia de la resistencia en la colonia Independencia – Del Mero San Luisito

Es momento de hacer un breve recuento de la lucha que hemos llevado a cabo desde hace ya varios años:

2016: Concepción Landa, entonces diputada por Movimiento Ciudadano, dio a conocer en casa de una vecina los planes de construir una avenida que comunicaría a los municipios de Monterrey y San Pedro. Ahí se convocaron a más de cien personas a escuchar la noticia del proyecto de movilidad y regeneración urbana para la colonia Independencia, la propuesta era la creación de una avenida con un carril para ciclistas, un carril para transporte público y varios carriles para automóviles, así como un camellón bellamente diseñado con árboles y plantas.

En ese mismo momento, comenzaron los reclamos, la rechifla y los gritos de enfado; las personas entendían perfectamente que no había espacio para una avenida de esas dimensiones: caben los carriles especiales o caben nuestras casas. 8 personas de la colonia fueron las encargadas de comenzar a organizarse para manifestarse contra dicho proyecto, realizando varias juntas con gente de las calles Jalisco, San Luis Potosí, Nuevo León y Tamaulipas.

Rápidamente se fueron sumando vecinas de las colonias Tanques de Guadalupe y América 2. Las reuniones eran cada vez más numerosas, pasando de las 100 personas, por lo que se convocó a una junta en un espacio público que fue masiva. El 3 de octubre en el puente plaza Multimodal Zaragoza se convocó a junta esperando más de 100 personas y así fue, en aquel momento contamos más de 300 personas. En esa sesión hubo participación tanto de la colonia Independencia como de las colonias Tanques de Guadalupe y América 2, ahí mismo se sentaron las bases del movimiento de defensa ya con la denominación “Junta de Vecinos en Resistencia”

Se hizo un Comité y se decidió trabajar bajo los siguientes principios:
– Únicamente vecinas y vecinos; SIN partidos políticos, SIN iglesias o religiones, SIN empresarios (empresas transnacionales), SIN diferencias entre los habitantes de arriba y de abajo, SIN diferencias entre propietarios, pagando renta o en posesión.

Todos los oficios que se tramitaron solicitando información sobre el proyecto fueron ignorados “ese proyecto no existe” nos decían los empleados del municipio, pero en los medios locales se hablaba todo el tiempo de la famosa Interconexión. No fue hasta noviembre que tanto Gobierno Municipal de Monterrey como Gobierno del Estado, nos convocaron por separado a dos sesiones en donde se nos explicó lo qué se venía para la colonia Independencia. Grande fue nuestra sorpresa al enterarnos que la afectación sería aún mayor de lo que imaginamos: con un total de 11 calles a intervenir (Nuevo León, San Luis Potosí, Jalisco, Lago de Chapala, Lago de Pátzcuaro, Prolongación Jalisco, Colima, Tlaxcala, 5 de Febrero, 16 de Septiembre y Morones Prieto) así como la desaparición de la Secundaria Jesús M. Montemayor, el desplazamiento de habitantes de la colonia Tanques de Guadalupe y muy probablemente de la colonia América 2. Y con ello iniciar el proyecto del “Distrito Nueva Independencia” argumentando que traerían movilidad sustentable y regeneración urbana.  Ante la magnitud del proyecto, dos de los compañeros que iniciaron el proceso decidieron alejarse por miedo a las represalias.

2017: Somos personas comunes, no somos gente de la gran política, y se notaba porque no sabíamos qué hacer. Además de la tristeza que nos generaba la renuncia de los compañeros, desde finales del 2016 el gobierno municipal logró colocar en nuestras filas a dos vecinos infiltrados con el propósito de “reventar” lo poquito que teníamos organizado. La inexperiencia nos abrumó y ante la calamidad  más vecinos del entonces Comité decidieron renunciar. Intentamos entrevistarnos con tres abogados distintos para que nos apoyaran, pero los tres nos dijeron lo mismo: lo único que podían hacer era que nos trataran con dignidad a la hora de desalojarnos… Obviamente no aceptamos esta propuesta, no planeábamos renunciar cuando la pelea no había ni comenzado.

Tuvimos que replantear la forma en la que se trabajaba pasando a juntas o asambleas mensuales pero más discretas con voceras y voceros que daban a conocer los acuerdos y recordaban siempre la línea de trabajo así como los principios de la lucha. Aunque seguíamos sin defensa jurídica, el 4  de junio salimos a la calle para demostrar la fuerza de nuestro descontento, marchando en las calles Zaragoza y Ocampo. En agosto finalmente se inició la defensa legal con un juicio de amparo iniciado por una familia de la parte baja.

En septiembre una vecina informó que fue invitada a una junta por parte del gobierno, al desconocer de qué se trataba la junta llamamos a los números de atención para preguntar sobre la reunión, pero en oficinas del gobierno municipal nos dijeron que no existía registro de tal evento. Con más de 60 vecinos gritando y acompañados de la prensa, logramos abrir las puertas donde se celebraba la reunión secreta e ilegal con el Secretario de Ayuntamiento, ahí mismo se mostraba un mapa con 100 casas marcadas con rojo, muy seguramente eran las casas que planeaban desalojar. Ante la furia de las vecinas, el secretario tuvo que salir por la puerta trasera escoltado por su equipo.

Después de esta reunión, en octubre del 2017, tuvimos que pedir apoyo a la asociación civil “Ciudadanos en apoyo de los Derechos Humanos” debido a las intimidaciones de las que habían sido objeto algunas integrantes de la vocería así como para denunciar la presión e intimidación a varias vecinas de la colonia Tanques de Guadalupe.

2018: Iniciamos el año 2018 con mayor claridad y experiencia. Ahora ya sabíamos que el proyecto llevaría por nombre Interconexión Monterrey-San Pedro, que implicaría el desplazamiento de los habitantes de Tanques y que destruiría la Escuela Secundaria No. 2 “Jesús M. Montemayor” por lo que se trató de acompañar a la lucha legal con movilizaciones y difusión cultural.

A finales de marzo se presentó el primer número de Del Mero San Luisito, cuya función siempre ha sido doble. Su principal objetivo es informar sobre la lucha y al mismo tiempo registrar y difundir el patrimonio de la colonia Independencia, desde sus históricas construcciones hasta sus tradicionales diversiones, pasando por nuestra obligada movilidad sustentable y la belleza de la Loma larga y sus habitantes. Para ello solicitamos a la revista Av. Aztlán que nos asesorarán sobre cómo sacar adelante el proyecto sin apoyo de empresas y gobiernos, un compa de ahí sigue apoyando hasta el día de hoy.

El 11 de mayo se realizó la Marcha en Defensa de Nuestros Barrios, en la cual vimos un notable crecimiento del apoyo fuera de la Indepe, esto se lo atribuímos tanto a la labor de Del Mero San Luisito como a la alianza con el Frente en Defensa del Patrimonio Ciudadano (Fredepac) que buscaba organizar a las y los vecinos de la zona sur  en contra de las transformaciones impuestas por Distrito TEC. El colectivo Voces de la Ciudad realizó un corto documental sobre esta marcha.

Sin embargo, parecía que la situación legal no avanzaba y fue ahí donde se descubrió que la defensa legal se estaba llevando a un asunto meramente reglamentario en el que la Junta tenía muy pocas posibilidades de ganar. Así, en julio de 2018 se rompe la relación con el abogado Mariano Nuñez, a quien recientemente los vecinos del Barrio Antiguo denunciaron por acaparación de terrenos y especulación inmobiliaria, justo las acciones contra las que luchamos.

Mientras realizábamos nuestras tareas, nos encontramos con los planes que la Iglesia y Banregio tienen en la Cima y de muchos otros departamentos y hoteles que los ricos plantean para destruir nuestro cerro.  El proyecto de Banregio consiste en una cruz de 150 metros de altura con una plaza en lo alto del cerro de la Loma Larga a menos de medio kilómetro de el último barrio de la Independencia. Comenzaba un nuevo proceso de resistencia sin apoyo legal.

La lucha seguía pero los ánimos estaban por los suelos. A las amenazas e intimidaciones por parte de la policía se sumaban los mensajes violentos que llegaban a Del Mero San Luisito y, por si fuera poco, comenzaron a intervenir nuestros celulares intentando encontrar puntos débiles. Pero llegó Marichuy, la vocera del Congreso Nacional Indígena, y la reunión que tuvimos con ella llenó de nuevas fuerzas a las y los involucrados en la vocería de la lucha quienes decidieron redoblar esfuerzos y encontrar una nueva manera de llevar la acción legal.

Redoblando esfuerzos con la difusión cultural se fueron sumando nuevas voces a la resistencia y en julio se pintó el primer mural en la colonia Tanques de Guadalupe. Esa fue la primera semilla para el surgimiento de una nueva agrupación cuya preocupación era utilizar el arte para difundir la resistencia en la colonia que mayor afectación iba a tener por la Interconexión. Pero no nos corresponde contar esa historia.

De agosto a octubre fueron las jornadas más intensas, pues el gobierno del estado había logrado penetrar de nuevo en la comunidad a través de una vecina que usó la intimidación para conseguir que algunas personas renunciaron a su derecho de posesión por escrito y recibieron una indemnización por ello. Menos de trescientos mil pesos fueron otorgados en total por todas las propiedades, 11 fueron demolidas en el proceso.

Ante las negativas por parte del gobierno de presentar el Manifiesto del Impacto Ambiental (MIA) del proyecto de la interconexión, el 4 de octubre  se presentó una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y al Fideicomiso de Proyectos Estratégicos, se les entregó información puntual y detallada sobre los documentos que solicitamos de los proyectos de Interconexión y Distrito Independencia, así como pruebas de cómo las autoridades seguían sin respetar el rechazo colectivo al proyecto.

En noviembre de 2018 por fin comenzamos a trabajar con la abogada Bárbara Zamora, adscrita al Consejo Indígena de Gobierno del Ejército Zapatista de Liberación Nacional; la abogada tiene su sede en la Ciudad de México por lo que hubo necesidad de viajar en dos ocasiones para conocerle y plantearle la situación.

2019: En el 2019 se iniciaron los preparativos de la papelería así como la recaudación de fondos para ingresar un amparo colectivo a título de las vecinas y vecinos de Tanques de Guadalupe. Las loterías organizadas por las vecinas en el mercado de los domingos fueron cruciales para poder solventar este gasto, así como los eventos solidarios que se organizaron en diversos espacios del centro como la calle Morelos y el Gargantúa Espacio Cultural.

El amparo ingresó el 27 de marzo de 2019. Con el amparo se vino una nueva ola de intimidaciones, ahora se fueron contra la población en general pues se hicieron cada vez más frecuentes los cortes de agua y luz, en esas jornadas falleció una vecina que dependía de aparatos electrónicos para sobrevivir… pero los métodos inhumanos no tuvieron resultado, pues al tratar de asustarnos nos daban fuerza para seguir adelante, ahora sabíamos que la abogada estaba dando en el clavo y eran ellos los que tenían miedo. Continuamos con las movilizaciones, conferencias de prensa, participaciones de la vocería de la Junta en diversos eventos y el trabajo de la licenciada Zamora calando cada vez más y más. 

Finalmente, el 6 de agosto del 2019 nos levantamos con la noticia de que se daba el fallo a favor, la Interconexión fue suspendida. Las irregularidades del MIA, encontradas tanto por los y las expertas que se solidarizaron con la Indepe como por la propia SEMARNAT; se identificaron especies de plantas y animales en peligro que habitan la Loma Larga y cuya existencia se ponía en peligro por los planes de la Interconección. Siempre supimos que ese proyecto era un riesgo para todo el ecosistema de la ciudad de Monterrey y finalmente nos dieron la razón.

2020: El 2020 fue un año impactante, mientras que veníamos de un gran victoria, la pandemia nos trajo nuevos problemas, ahí fue donde se demostró que la resistencia hace a la comunidad. Las vecinas, ahora ya con amplia experiencia organizativa, fueron las que armaron las cocinas, las guarderías y las escuelitas, mientras que el gobierno y las empresas abandonaron sus centros disque comunitarios y su intachable caridad quedaba por los suelos. Ahora sí que la gente sacó la casta, pudimos hacerle frente a una crisis global y en nuestros corazones siempre estará el recuerdo de quienes nos dejaron en el camino en aquellos desconcertantes días.

2021-2022: Aprovechando que el mundo entero estaba paralizado, la Iglesia Católica, la Fundación Jesús M. Montemayor, Banregio y Caminando con María aprovecharon para destruir la Loma Larga y plantar su virgen de 12 metros a modo de preámbulo para construir su cruz que todavía no deciden si será de 120 a 170 metros de altura. Desde entonces se inició una batalla legal acompañada de protestas y la constante difusión de información y arte.

Durante el 2022 hemos sufrido la falta de agua y de luz; nos terminamos de convencer de que la comodidad de vivir en la ciudad es limitada y es elitista. Con el saqueo al agua se expandió la inconformidad y se llevaron a cabo protestas en todo Monterrey, su área metropolitana y otros municipios cercanos. Esos conflictos han generado la llegada de nuevas voces en la lucha por la ciudad como el Comité el Comité Ecológico ProBienestar del Fracc. Bernardo Reyes y Barrios en Resistencia del Barrio Antiguo.

En la Loma Larga la lucha todavía no termina, gracias a la negligencia y la ambición de quienes realizan el proyecto hemos encontrado una serie de irregularidades que implican la suspensión total del proyecto. Pero el sistema judicial de Nuevo León, corrupto como cualquier otro, no ha dado la resolución final favorable para la comunidad, por lo que vemos la necesidad de volver a salir a las calles exigiendo la cancelación de este y todos los proyectos que atentan contra la vida en la Loma.

¿Por qué queremos cancelar todos los proyectos? Pues porque sabemos bien que todo lo que quieren construir en la Loma no es para nuestro bienestar. Ni su turística cruz, ni sus departamentos y hoteles que planean, ni las avenidas que quieren construir nos traerán beneficio. Por un lado, afectan la naturaleza destruyendo sin miramientos al cerro, poniendo en riesgo la calidad del aire, la calidad del agua, los cimientos de nuestras casas y la vida de todas las especies que habitan el cerro, desde lo más pequeño hasta lo más grande. Por el otro, sus proyectos nos irán desplazando lentamente, pues los costos tienden a aumentar y la calidad de vida empeora. Hoy lo vemos con la falta de agua y los cortes en la electricidad.

En Del Mero San Luisito desarrollamos proyectos que creemos pueden impulsar la resistencia contra esa clase de amenazas desde la protesta, lo legal y lo cultural. Todos los procesos implican un gasto y un desgaste, por lo que te invitamos a apoyar la lucha que es nuestra, que es tuya. Basta con compartir y platicar sobre estos temas, de verdad, todo apoyo es agradecido pues con ello vamos construyendo un futuro en el que todas y todos podamos vivir.